Historia de la Escuela Especial Evangélica Presbiteriana de Talca
Nuestra Escuela Especial fue un sueño que estuvo en la mente de hermanos y profesores de la Iglesia Evangélica Presbiteriana de Talca en el inicio de la década de los años 80.
En donde en aquel entonces la Iglesia buscaba una oportunidad para dar un testimonio en la Comunidad Talquina, testimonio concreto que cosechara frutos en las personas que necesitaban el apoyo para mejorar sus vidas.
Nuestro país vivía tiempos difíciles y un número muy grande de personas se veían afectadas por la falta de oportunidades para su desarrollo.
Por ello la iglesia no dudó en comprometerse con los niños y jóvenes con necesidades educativas especiales al observar que en Talca solo había una Escuela Especial y todos los años quedaba una larga lista de pequeños que no podían ser atendidos.
La idea que hubiese una Escuela para ayudar en la atención de estos niños comenzó a gestarse llevándose a la práctica en el mes de Julio de 1981, cuando en la Reunión Mensual del Consistorio de la Iglesia, se presentó la idea para su análisis, tomando el acuerdo de iniciar una nueva Escuela Especial en Talca, que estaría bajo el alero de la Iglesia Evangélica Presbiteriana. Dicha reunión fue presidida por el Pastor Rvdo. Luis Alberto García Merino y el Consistorio estuvo formado, además, por los Presbíteros: Fernando Gajardo Pinilla, Manuel Jara, Ruth Fuentes y Hugo Núñez Orellana.
Fue así como se dio inicio al llamado que Dios nos hace para comprometernos en el trabajo de su reino cuyo objetivo es “Yo he venido para que tengan vida y vida en abundancia”.
En dicha reunión se nombró al Pastor Luis García Merino como primer Representante Legal para hacer las gestiones correspondientes ante el Sínodo de la Iglesia y los organismos de educación para iniciar el trabajo en el edificio de la antigua iglesia que tenía ubicación en 2 Sur con 8 Oriente N° 1494.
En sus primeros tiempos la Iglesia fue asesorada por el Profesor Especialista Víctor Hidalgo quién colaboró en la organización y la orientación de la parte docente.
La Primera Directora de la Escuela fue la Profesora Lavinia Villalobos Díaz quién organizó la Escuela y dio los primeros pasos para que esta Escuela fuera reconocida por el Ministerio de Educación.
La Secretaría Regional Ministerial de Educación, Región del Maule por medio de la Resolución 5628, reconoce a nuestra Escuela como Cooperador de la Función Educacional del Estado, ratificando al Pastor Luis Alberto García Merino como Sostenedor.
Posteriormente asume como Directora La Profesora Señora Nancy Villarroel Buscaglione, a quién le corresponde la labor de afianzar el aspecto pedagógico logrando la Eficiencia Académica de la Escuela la que se mantiene hasta hoy día.
En el año 2008 es nombrado Director el Profesor Héctor Matus Oyarce quien realiza una importante gestión contribuyendo al lugar de reconocimiento que la Escuela ocupa hoy en día en Talca como en la Región.
Cabe destacar que durante aquel año la Iglesia inicia las gestiones para construir la primera etapa del nuevo edificio que hoy alberga a nuestros estudiantes y que fue inaugurado el día 9 de diciembre de 2009.
Siempre decimos que Dios preparó la construcción de la Escuela ya que este edificio pudo ocuparse en marzo de 2010, debido a que el edificio de 2 Sur fue abatido por el terremoto del 27 F.
El año 2014 la Escuela inaugura su 2ª. Etapa con el objeto de postular a la Jornada Escolar Completa, mejorando así, la capacidad de cobertura con calidad reconocida.
En marzo del año 2018 asume como Director el Profesor José Horacio Molina Fonseca, rol que cumplió por cinco años, período en el que la Iglesia Presbiteriana de Talca da por cumplido el deseo de ver en pie nuevamente su templo y nuevos espacios físicos, entre ellos un salón multiuso, los cuales pone a disposición de nuestros estudiantes para crecer y beneficiarles más cada día.
Actualmente, en el 2023, asume como Directora, la Profesora Lesly Gutiérrez Arias. Dando continuidad a la fecha de este hermoso proyecto educacional y afianzando el camino en la entrega de la Educación Especial.
Podemos decir con alegría, que Dios ha sido con nosotros y confiamos con fe cierta que seguirá acompañándonos para enfrentar lo necesario y cumplir con la meta de “Servir con Amor”.